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Desde aquí, KDE apesta

viernes, 19 de diciembre de 2008

Afectado por una racha de curiosidad, decidí matar una vez mas a Ubuntu (tenía instalada la 8.10) para probar otras distribuciones.

La idea original era probar Debian Lenny una vez que la liberaran, pero así como van, parece que lo van a sacar en 10 años, si bien les va. Y como soy muuuuy desesperado, bajé Fedora 10, que salió hace apenas un par de semanas. Debo decir que es la onda, y está bien bonito.

A comparación de Ubuntu (Hardy o Intrepid, da igual), Fedora está mucho más cuidada en su presentación, es más estética y atractiva. También me pareció mucho más limpia en cuanto a los paquetes y programas que trae instalados de inicio. En cuanto a performance sentí que jalaba un poco mejor que Ubuntu, pero igual es mera impresión mía.

Todo iba bien hasta que descubrí que, por alguna extraña razón, después de instalarla ya no podía entrar a la BIOS de la tarjeta. ¿Por qué? No tengo ni idea. Además, me afectaba el reloj. Podía estar trabajando en Windows sin problemas, pero al pasarme a Fedora me cambiaba la hora. Si me regresaba a Windows, la hora también estaba mal ahí, y tenía que corregirla a cada rato (y si, la configuración regional estaba bien. No era culpa mía).

Ayer liberaron la versión 11.1 de openSUSE en sus dos sabores: con KDE y con GNOME (entornos gráficos de escritorio, para el que no este familiarizado con los términos, cada uno con sus defectos y virtudes). Bajé la versión con KDE y la instalé. Fedora tuvo que morir... (y después de matarlo pude entrar de nuevo a la BIOS, y el reloj ya no se desconfiguraba.....WTF?). Empecé a curiosear y a probarlo pero, como dice el título del post, KDE apesta en grande. Podrá ser más agradable a la vista que GNOME, pero definitivamente es muy engorroso y demasiado inestable. Ya lo había probado antes con el Kubuntu 8.04, pero tuve bastantes problemas con el. Supuse que después de algunos meses le habrían corregido algunos bugs, pero sigue igual de mal. Mientras lo probé, me salieron dos errores con respecto a la barra de tareas y a los "widgets" (que son como los gadgets del Vista. Esas madres que puedes poner en la barra lateral, como el reloj, un bloc de notas, un calendario, etc.), además de que se me trabó una vez al estar checando los efectos del Compiz (para el no linuxero, Compiz es el motor de los efectos de las ventanas. ¿Han visto los efectos cuando se abren y cierran ventanas en Vista, o cuando las minimizan? Pues algo así, pero más ponchado y mucho más personalizable). Configurarlo es un relajo. Tiene tantas opciones que no sabes ni donde buscar, y algunas cosas no estás seguro de qué son o qué hacen, a menos que te pongas a investigar en internet, y la verdad que hueva. Así que ñe. Y bajé la versión con GNOME.

OK, GNOME está feo (admitámoslo. Visualmente no es para nada espectacular), pero es impresionantemente práctico. Para encontrar algo, basta con dar unos cuantos clicks, porque todo está tan ordenadamente agrupado que es fácil de hallar. Las opciones y las configuraciones son simples, y no hay tanta paja como en KDE. Directo al grano. Además, Compiz y Emerald le echan una manita de gato al entorno, así que no hay tanto problema por eso.

Así que por el momento me quedo con openSUSE 11.1 con GNOME. En el rato que llevo probándolo no me ha dado problema alguno.

Me intriga saber por qué Fedora me impedía entrar a la BIOS y me desconfiguraba el reloj......¿alguien sabe algo al respecto?

2 comentarios:

Cool Acid dijo...

De hecho, como GNOME es tan personalizable lo puedes dejar muy muy bonito. Por eso es mi entorno preferido.
Saludos!

Fire_tony dijo...

Gnome FTW!